Barcelona
- andreamariasampere
- 11 abr
- 3 Min. de lectura
Pisando Barcelona…
Dejamos Madrid donde sentí calidez familiar en cada rincón, donde anidamos un poco para lanzarnos solos a los siguientes puntos del viaje…
Y aquí estoy, aquí estamos en familia.
Somos caminantes y esas baldosas fueron apenas las primeras…
Caminar todo el día nos hace sentir el cuerpo pero nos abre los sentidos y nos permite sentarnos en cada lugar a nuestro tiempo…
Yo necesito fotografiar, me voy quedando atrás y aminorando el paso, me distraigo bastante con el movimiento de la ciudad y por momentos siento que floto como si estuviese en un sueño…asombrada como una niña…
“Si estoy acá”, me digo, a miles de kilómetros de casa… o tal vez estoy en casa y aún no me he dado cuenta…
La sangre tira, dicen por ahí…
No es sólo turístico este viaje, se siente diferente… no importa si no lo comprendo, me regalo el sentirlo así.
Esta es la ventana que nos hospedó en Barcelona, con vista hacia el interior del edificio.
Pero es mi ventana, la que formó parte de este tramo llamado Barcelona.
Al fondo se ve una de las torres de la Sagrada Familia, estamos a sólo tres cuadras.
Es el “atrás” de los edificios, donde está todo aquello que no es tan “estético” pero que es funcional…que hace posible que la vida de todos los días suceda..
Necesitamos agua, gas, electricidad, ropa limpia.. y todo ello tiene que tener un lugar…
Desde esta ventana se ve la realidad funcional, aquella que tal vez no es estética pero es práctica y necesaria…
Y entonces pienso en “ la belleza que encuentro” en ese aspecto funcional y práctico que sostiene muchos otros aspectos de nuestra vida…
Qué admiramos? Qué valoramos? La belleza es sólo lo que vemos o incluye el mundo que hace posible lo contemplado?
Me deliro un poco viajando…
Hay ventanas que nos hechizan y otras que nos muestran la realidad… ambas son parte del edificio que somos…. Ambas, creo me hablan de belleza…
Y entonces acá traigo otro pensamiento que me regalan ambas ventanas al exterior:
Ninguna de las dos muestra la ciudad completa, es simplemente un recorte pequeñísimo…
Terminando este tramo del viaje sigo aprendiendo que un recorte es sólo eso, y siempre hay más por descubrir; que recortamos naturalmente y bajamos línea rápidamente, pero que contemplar y apreciar más recortes nos acerca más a la realidad y posiblemente nos sorprenda y abra nuestra forma de pensar y de amar…
Me pasó con estas ventanas, pero nos sucede con las personas y con los hechos de nuestra vida…
Gracias Barcelona por tanto aprendizaje, me enamoraste lentamente… pero caí.
Y escribo en el diario de viaje:
Solos.
Inicia el viaje de mapa y google map, de levantarse más temprano, de caminatas durante todo el día. Ya sin familia que acompañe a recorrer o sugiera lugares y comidas.
Tramo de prueba. Probar si podemos llevarnos bien todo el día juntos, probar si podemos compartir el único espacio común en el que descansamos luego de cada día de recorrido, probar si podemos acordar qué comer y dónde comer, probar si podemos sostenernos cuando alguno esta más cansado, probar si podemos estar atentos a las necesidades propias y del equipo, probar si podemos escucharnos y flexibilizar nuestras conductas para convivir...
Probar cada día. Un desafío diario.
Es empezar de nuevo pero sin haber retornado, es el segundo tramo.
Los primeros pasos de un bebe que ya se soltó de las manos de su mamá o papá, y tambaleante se dirige hacia una dirección con entusiasmo por la novedad...sintiendo que va pudiendo, sintiendo la fortaleza y el cansancio al mismo tiempo...
Y nuestros pies nos llevaron por ...los adoquines de la ciudad vieja, la arena de la playa, las baldosas de la Gran Vía, las veredas de la Rambla, los pisos intervenidos de la Sagrada Familia, por parques, por escalinatas, por estaciones de metro, de tren, de aeropuertos...
Probamos cada día algo nuevo...crecimos. Nuestros primeros pasos tambaleantes se fueron afirmando en Nuestra Barcelona. Y sin dejar de extrañar Madrid, sonreímos ante esta nueva experiencia. Si, pudimos juntos.
Gracias Barcelona. Londres allá vamos.



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