Temporada de anidar...

Y se siente una vibración que nos hace viajar hacia ADENTRO; me surgen sensaciones de calidez, de ternura, de algo mullido; pienso en nidos, cuevas, refugios, hogares, infancias; recuerdo el abrazo de mi abuela, mis panzas de embarazada que parecían dos globos en movimiento, mis vacaciones en la quinta de Castelar con toda la familia; y desde mi cama bien abrigada mirando la foto de mis hijos cuando eran pequeños, empiezo a escribir para recibir esta nueva temporada.

Llega el cuarto momento del zodíaco: Cancer, y la energía se cierra para tomar una forma. Algo se define, como cuando el compás termina dibujando una círculo. Queda algo adentro y algo afuera. Lo elijo o no, ésto sucede, más allá de nuestro control. Es un momento de agua, de repliegue, de calma, para permanecer adentro y crecer en esa forma.

En los momentos anteriores, la energía se encarna y juega con múltiples opciones; ahora es tiempo de definiciones. Aquello que se inició como un fuego a gran velocidad en Aries, entra en quietud en el agua cálida de Cáncer.

En el interior se inicia la vida que aún es frágil y vulnerable. Lo de afuera es peligroso, para lo que adentro recién ha comenzado a desarrollarse.

Nuevas formas amorosas alrededor y dentro de cada cuerpo. Puede sorprendernos tanta ternura y emoción, puede incomodarnos tanta calidez y tanta sensación de pertenencia, puede agobiarnos tanta dulzura o simplemente puede ser el paraíso del que no queremos partir. Puede también mostrarnos nuevas maneras de cuidarNos y protegerNos, de cuidar y proteger a quienes nos rodean. Puede acercarnos a la calidez que hay dentro nuestro y simplemente brindarla.

Calidez , contención, refugio, abrazos contenedores son palabras de esta vibración.

Lo vulnerable, lo blando, lo frágil encuentra su nido, su madre, su lugar para desarrollarse.

Son espacios tan contenedores que invitan a dejarse cuidar, a conectarse con lo íntimo.

Hogar, patria, comunidad, familia son formas de esta energía, son nidos de inclusión.

Memoria, recuerdo, historia son expresiones de esta vibración. La memoria , los recuerdos y la historia nos dan pertenencia , sensación de ser parte de algo que nos reúne.

He aprendido mucho de cada Sol en Cancer que ha pasado y pasa por mi vida; me han mostrado y siguen mostrándome la potencia cuidadora de esta energía, la calidez de su presencia, y la natural acción de hacer nidos. Allí donde esté el signo de Cancer en tu carta Natal, las experiencias vitales te regalan un escenario para descubrir lo blando, allí la vulnerabilidad, el afecto, el cuidado, la protección y la pertenencia se desplegan para aprender que esa energía también es tuya...

Quédate adentro, acepta este momento de invierno aquí en el Hemisferio Sur, animate a habitar el lado vulnerable y blando, hace nido!!! Solo asumiendo la gran fragilidad que somos, podremos abrazarnos, y salir al encuentro del afuera sin miedo y con la confianza de Ser y no parecer para escondernos.

Te dejo algunas preguntas que me hago:

Le doy tiempo a mi niña o niño interior? La/lo reconozco en el día a día? Le preparo algo rico y le procuro mimos? Le doy la contención que necesita para dar los pasos que no se anima? O acaso critico cada miedo que se anima a expresar?

Aprender a hacer Nido implica animarse a conectar con lo vulnerable y blando que necesita ese Nido...