El Cielo nos regala una luna llena en Escorpio...

Energía tan temida y tan fundamental para comprender la vida y nuestra manera de estar en ella...

La luna cuando se ve llena es porque refleja por completo la luz del Sol; el Sol se ubica justo frente a ella y le otorga por una noche, ser El Sol de la Noche. Y entonces la oscuridad se desvanece y con ella las sombras se desdibujan. Los pensamientos ocultos, las intenciones tapadas, los conflictos latentes, los sentimientos guardados, los miedos no expresados, los vinculos clandestinos, los deseos que condenamos en silencio...todo se ve.

Se ve y se siente. Y no hay manera de controlar su despliegue...

Porqué guardarlos? Porqué esconderlos? Porqué condenarlos?

Quién tomó la decisión de silenciar aquello que vivimos desde las sombras?

Ser adultos es hacerse cargo de esto. Dejar de escuchar a nuestro padre y nuestra madre interior que por miedo amurallan, critican y juzgan. De dónde surge la prohibición? Del cuidado amoroso, del limite contenedor o del miedo controlador?

Noche de sincerarnos, de mirarnos con piedad, de habilitarnos la verdad, de abrazar lo no expresado...

De renacer como el Ave Fenix, dejando morir a nuestro impiadoso y rigido juez y a nuestra controladora y miedosa cuidadora interiores...

Más escorpiana que nunca.

Sin transformación no hay despliegue.

Duele, si, pero acpetamos el reto cuando nacimos. Y aquí estamos.