top of page

En casa de herrero....

Y hoy quiero compartir con ustedes algo que esta sucediendo...

Saliendo de mi décima octava sesión de kinesiología, caminando al sol y volviendo a casa...pensé: en casa de herrero, cuchillo de palo...

No fue la primera vez que oi esa frase en mi cabeza, la primera vez fue a fines de mayo cuando el dolor del hombro derecho se presentó con una intensidad que me imposibilitó movimiento alguno. Pero la dejé pasar. Estaba enojada, incómoda, frustrada, detenida, desconcertada...

Mi hombro y yo lloramos juntos la primera semana entre las salas de espera del traumatólogo y kinesiólogo...

Y fue entonces cuando empezamos a dialogar...


Le pregunté porqué y para qué estaba ahí. Y me contestó:

" No estoy ahí, estoy aquí. Soy TU hombro. Ese que no registras, y hablo en nombre del izquierdo que prefiere quedarse calladito. Estoy cansado, agotado, solo. Tu exigencia es constante, y soy sólo un hombro."


Con lágrimas en los ojos y un poco desorientada le pregunté en qué sentía esa exigencia..

Y me respondió filosamente: " Me obligas a sostener lo que no puedo, y vos tampoco podes sostener. Si yo no puedo, vos tampoco. Mi función es ayudar a articular muchos movimientos en tu vida, pero no a sostener sólo y durante tiempos largos... Y esta es mi manera de expresarme y de expresar tu sombra. Ahora el camino es dialogar para que descubras qué es lo que necesito y por ende qué es lo que vos necesitas. Cada sesión de kinesiología va a ser una sesión de terapia para ambos, para aprender a escucharnos". Y me entregué al aprendizaje.


Y aca volviendo de nuestra décima octava sesión de terapia con una sonrisa porque cada día me doy el espacio de escuchar aunque me incomode, me duela, me enoje, me entirstezca...Al final de cada sesión sólo puedo mirarlo con Gratitud, por ser mi maestro en estos tiempos...


El cuerpo es un maestro paciente que nos invita a trabajar la armonia, el equilibrio y el profundo amor que puede circular cuando cada quien puede ocupar su lugar, conectar con su función y entregarse a su verdadero propósito.




Etiquetas:

 
 
 

1 comentario


Cuanta razón en tu escrito. a mi me pasa lo mismo con mi cadera.

Ella me da Mns muy claros.

Obvio q recién ahora, y gracias a tu acompañamiento como Herrera estoy comenzando a sanar

Abrazo y gracias infinitas

Me gusta

© 2035 Por Andrea Sampere  Desarrollado y protegido por Wix.com

bottom of page