Enojo, piedra libre!

Una emoción que no nos gusta, nos incomoda. Guardada bajo cinco candados o expresada a viva voz, siempre es señalada, castigada, encerrada, maltratada, negada.

Pero está, nunca nos deja.

Las emociones son mensajeros, botones de supervivencia que debemos aprender a comprender y usar cuando asi lo requieran las circunstancias..

"Yo nunca me enojo", " Fulanito no se puede controlar", " No sé que hacer con este enojo que llevo desde siempre"

El primer paso es RECONOCERLO.

Es fácil verlo cuando se manifiesta, rabioso, furioso, iracundo....pero es más difícil cuando sólo es una tensión incómoda automáticamente controlada que se va acumulando gota a gota...

Reconocerlo implica sentirlo en el cuerpo, hacerle espacio, permitirlo, registrar cada músculo que se tensa, la mandíbula que se contrae, el calor del cuerpo, el corazón palpitando, todas sensaciones físicas que vamos sintiendo sin negarlas...Darnos el tiempo de quedarnos, sin accionar, sin defendernos, sin atacar, sin negar para luego acumular y vengarnos...

Enojo, te siento, te observo, te digo Piedra Libre!!!

Porque cuando te doy tu lugar, entonces descubro ese deseo bloqueado, que a tu manera me mostrás...

Y son tiempos de animarse a ver lo que realmente deseamos, a dejar de velar nuestro motor interno, a darnos cuenta que lo velado no es peligros, lo peligroso es bloquearlo...