La cruz sabia: Géminis, Virgo, Sagitario, Piscis
- andreamariasampere
- 4 jun
- 3 Min. de lectura
Esto surgió del encuentro con una persona cuya revolución solar era con Ascendente en Géminis...
El código que nos regala cada Revolución Solar, es una llave para abrir algún misterio en nuestra historia como personas y como partes de un sistema mayor.
Si Geminis es el ascendente( Casa I), el opuesto complementario es Sagitario en Casa VII, y quienes quedan formando la otra linea de la cruz son Piscis en Casa X y Virgo en Casa IV. Cuatro signos mudables o de transición. Es una cruz sabia, que marca la oportunidad de comprender lo que se inició y consolidó en momentos previos; y una vez comprendido, nos invita a soltarlo...
Esta cruz, como en todo lenguaje simbólico, no es arbitraria, tiene un sentido. Y este sentido podemos entenderlo desde el mundo de las ideas, o comprenderlo desde el mundo de la intuición...
Géminis propone jugar, explorar, conectar, comunicar, preguntar, asociar ideas generando pensamientos.
Sagitario le dará sentido al juego, a la exploración, a la comunicación, a la conexión, al pensamiento.
Virgo propondrá un orden, un método , una manera de funcionar del juego, de la conexión, de la exploración y la comunicación.
Piscis dará la imagen final, regalará la culminación de las interacciones anteriores.
A un nivel de juego le corresponderá un nivel de sentido, un nivel de orden y de resultado. Nos divertimos todos? Hay alguien que quedó afuera? Quién ordena y con qué función? Controlo el juego? Hay espacio para todos ? Le doy importancia a la exploración en mi vida o la niego por la enorme confusión que me trae?
Y fue entonces cuando se presentô la imagen de muchas piezas de un rompecabezas desparramadas por toda una habitación; no sabemos qué imagen vamos a armar al conectar las piezas; estaban así desde el inicio, antes de nuestra llegada a esa habitación. Y simplemente nos entregamos a ese escenario aparentemente desordenado, para animarnos a jugar.
Las agrupamos por foma, por color, por bordes, buscando un nuevo orden. Observamos cada pieza, alguna nos gusta más que otra. Vamos tomando piezas y las acercamos para ver si encajan. Y poco a poco vamos descubriendo algo de la imagen, reoconociendo que cada pieza es importante, y aceptando que no hace falta conocer la imagen final para armar el rompecabezas; sólo guiarnos por el orden que naturalmente conocemos y abriendonos a otras personas que puedan formar parte del juego. Alguien que alcance una pieza que no habíamos visto , alquien que desde un mirada más amplia pueda encontrar un encaje que no habiamos registrado porque estábamos muy focalizados en un sector.
Es el entrenamiento para reconocer que ninguna pieza puede quedar afuera, excluida, porque no hay totalidad sin cada parte, no habría imagen completa, ni sentido alguno para ese orden nuevo.
Y entonces pensaba que si queremos controlar qué piezas incorporamos y cuales no, estamos dejando de explorar y hacer puentes, estamos aparatándonos del sentido profundo que nos regala la comunicación, y la imagen resultante será confusa, velada, fantasiosa, irreal, mentirosa. Si no habilitamos a otras personas a jugar y traer más piezas, nos quedamos con una imagen fragmentada del rompecabezas. Y el cuerpo lo sabe, lo expresa, nos lo hace saber siempre.
En la cotidianidad, intentamos armar rompecabezas dejando piezas afuera, por miedo, por enojo, por inercia, por razones a investigar, dejando personas afuera con su ficha en mano, bloqueándonos la oportunidad de ver la totalidad de la imagen final.
Comprender que la Cruz sabia nos invita a actualizar el nivel de juego y de comunicación, que si hacemos puentes en lugar de murallas, sentiremos más confianza, más amor y más calma en el cuerpo; se producira tal circulación en los planos mental, espiritual, corporal y astral, que nos habilitara a ver la imagen final.
No podemos excluir piezas y pretender ver la imagen final...
Cuando expresamos nuestros sentimientos mas profundos en espacios terapéuticos, vamos encontrando las piezas perdidas y descubriéndonos en cada una de ellas. Asi reconstruimos paso a paso y metodicamente, el verdadero rompecabezas del que venimos y del que formamos parte. Develamos ese templo sagrado que somos...



Me encantó la reflexión. Tan cierto. Cuando integramos a las otras personas todo se va viendo con más claridad.
Gracias