Sufriendo la cruz alquímica: Escorpio, Tauro, Acuario, Leo
- andreamariasampere
- 17 jun
- 2 Min. de lectura
Nos recomendaron ver la obra teatral El Brote, interpretada increiblemente por Roberto Peloni y escrita magistralmente por Emiliano Dionisi. No conozo a ninguno. Pero me gusta la energía que acontece cuando me siento en una butaca y se abre al telón.
Qué me regalo esta obra? Qué descubrí luego de observar, escuchar, sentir? Qué incomodidades registré? Qué me provocaron cada uno de los personajes interpretados?
Y sintiendo el eco de estas preguntas ví cómo se elevaba una mano y luego todo un cuerpo gritaba "Soy Yo el Protagonista", el centro, el organizador de toda tu vida, el que se esfuerza para que brilles...EL EGO aparece como en la obra manifestandose necesariamente pero volviéndose loco cuando no lo registran como él quiere...
Y entonces visualicé la cruz fija, esa que en astrología llamamos así porque está formada por cuatro signos que consolidan la energía en los distintos planos: Escorpio( plano emocional), Tauro( plano material), Acuario( plano mental) y Leo( plano espiritual), y sin querer queriendo lo dejé al final como buena escorpiana...
Y entonces la Cruz Fija, Sufriente o alquímica como me gusta llamarla podría pintar el Camino del Ego, de esa identidad que queda fija y se alimenta del reconocimiento; que será siempre sufriente si no hay apertura a lo nuevo, lo creativo, lo diferente, lo disruptivo, a perder lo conseguido...descubrir que el protagonismo llegará con más o menos sufrimiento en relación a lo lejos o cerca que esté de mi propio corazón...
La cruz que consolida estas energías es la que nos enseña a desapegarnos de ellas...entonces consolida o despega?
Nos propone consolidar las energías y desapegarnos de los vicios de las mismas...
Tauro es energía de materialización, no de acumulación y miedo a perder
Escorpio es energía de transformación, no de control y miedo.
Acuario es energía de creatividad, no de angustia y locura de ser.
Leo es energía de centro vital, no de egocentrismo y narcisismo.
Si ponemos nuestro centro vital a disposición de la creatividad, entonces la transformación y la materialización estarán presentes.
El fogón que ilumina y calienta al grupo que lo rodea, es fuente de compartires profundos que transforman y de alimento caliente que da vida...
Son energías que nos enseñan a compartir, y para compartir debemos abrirnos, desapegarnos de pensamientos, emociones, valores e identidades que cierran, apartan, alejan, que se fijan por seguridad...
Somos el resultado de la alquimia continua, de la transformación y mutación de la materia día tras día, somos identidades dinámicas pero nos convencemos que somos fijas...
Somos seres con un potencial de libertad , esclavizados por la identidad que se disfraza de los logros y las posesiones...
Somos seres aterrados por la muerte que despreciamos la vida diariamente...
La cruz alquimica está en cada código natal, invitando a cocinarte a fuego lento...



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