Tu sombra querida y yo

Y luego de un un viaje por Salta, sentí la necesidad de dibujar con palabras este paisaje plagado de luz y sombra...pensando en los encuentros cotidianos...

Te veo aunque te escondas detrás de esa sonrisa.

Te veo aunque me distraigas con ese relato sin fin.

Te veo en cada gesto desde que abrí la puerta.

Te veo en esas manos apretandose una con otra.

Te veo gritando con el cuerpo dolorido, pidiendo ayuda

Te veo mientras tensionas la mandibula.

Te veo ahí sentanda en el sillón, también.

Y pregunto: qué necesitas ahora?

Silencio. Sorpresa. Ella mira hacia abajo y vos te escabullis por sus ojos.

Ella se desarma sin poder responderme.

Y entonces ya diste el primer paso.

Te veo asomarte en su llanto.

Ella te dejó escapar.

Necesitas más tiempo para verla.

Más tiempo para abrirle la puerta.

Pero yo la veo y ella también me ve.

Sólo faltas vos.

Y acá me quedo.

Y acá nos quedamos, abrazando tu miedo

No me voy a ningún lado.

No se va a ningun lado.

Seamos pacientes; tu sombra querida y yo.